Cáncer de colon y recto anal

Descripción general del cáncer de colon y recto anal

El colon y el recto son parte de su sistema digestivo. El colon es la parte más larga del intestino grueso seguido a continuación por el recto que mide apenas unos doce centímetros y conecta con el ano. El cáncer colorrectal generalmente crece lentamente durante un período de años, comenzando como un pólipo o un pequeño crecimiento de tejido. Es el cuarto cáncer más común en hombres y mujeres.

Los factores de riesgo para el cáncer colorrectal incluyen antecedentes familiares de la enfermedad, pólipos o crecimientos en la pared interna del colon o recto, dietas ricas en grasa y bajas en fibra, colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn (ambas causan inflamación del colon) y tabaquismo. Los síntomas comunes de la etapa tardía incluyen diarrea, estreñimiento, pérdida de peso inesperado, náuseas o vómitos, calambres por gases, fatiga o sangre en las heces, entre otros.

Opciones de tratamiento de cáncer de colon y recto anal

Tanto el cáncer de colon como el recto anal se pueden tratar con cirugía, quimioterapia, radioterapia y terapia dirigida. Los oncólogos pueden recetar una combinación de estos tratamientos para el cáncer colorrectal según la etapa y la ubicación de su enfermedad. La conducta a seguir será decidida por su médico de cabecera.

Radioterapia de cáncer colon y recto anal

La radioterapia, que utiliza rayos X de alta energía para reducir y destruir las células tumorales, se usa en el tratamiento de los cánceres de colon, recto y ano. En los casos de cáncer de recto y ano, la radioterapia generalmente se administra antes o después de la cirugía y, a menudo, en combinación con quimioterapia.

En los tratamientos, un dispositivo llamado “colimador de hojas múltiples” dará forma a los haces de radiación individuales para que se “ajusten” a la forma de su tumor de acuerdo con los datos e instrucciones que recibe de la computadora del sistema. El equipo utiliza miles de “haces de radiación” desde muchos ángulos diferentes para administrar una dosis única de radiación. La intensidad de los “haces” puede cambiar durante la sesión de tratamiento para modular la dosis, de modo que el tumor reciba una dosis alta, muy precisa, mientras minimiza el daño al tejido sano circundante.

Antes de cada sesión, un técnico especializado lo colocará cuidadosamente en la camilla de tratamiento con un inmovilizador corporal para una colocación precisa del cuerpo. Se utilizará la guía de imagen para confirmar la ubicación del tumor antes de que comience la terapia. Durante sus sesiones de tratamiento, el sistema de administración de radiación girará en torno a usted y administrará la radiación de acuerdo con el plan establecido por su radioterapeuta. Cada sesión de tratamiento dura de 10 a 30 minutos. Por lo general, se programarán cinco sesiones a la semana durante cuatro a seis semanas. Las sesiones no causan dolor y no requieren sedación, podrá regresar a sus actividades normales de inmediato.